El sector se enfrenta a una serie de retos con unas ayudas que, aseguran, son totalmente insuficientes como para poder mantener el sector a flote
«Se nos vienen encima las medidas y vamos a conducir al sector a una muerte lenta o repentina. En lugar de ayudar al sector, parece ser que las normas nos llevan a la quiebra. Ahora se siente cabreo por la insatisfacción por las normas que se han dictado, y esto puede pasar a mayores. Hay un cierto sentimiento de engaño», «Ponen sobre la mesa el que no es una cuestión de partidos políticos o sindicatos y patronal, sino que todos han llegado a esta conclusión. Esto te hace preguntarte que qué ha pasado, porque también se echan de menos las comunicaciones. Llegan ciertos rumores de lo que ha sucedido, pero hay que tomar medidas urgentes»,